DETRÁS DE LA FELICIDAD

Quizás seamos como tantas de esaspersonas que van por la vida con muchas razones para ser felices pero que no loson…

Tienen buena salud, una relación amorosasatisfactoria, un empleo seguro, buen sueldo, pero viven preocupados o temerosospor el futuro, o por el pasado, o vaya a saber por que…

Con esto no quiero decir que para serfeliz sean necesarias todas esas cosas (de hecho no lo son) sino que paranuestro pensamiento occidental estas parecen ser los ingredientes necesarios paraque podamos acceder a la felicidad. Leyendo hoy la revista Yoga Journal (española) me encontré con un articuloque habla justamente de este tema y de las personas que están tan apegadas auna actitud de preocupación que legan a dejar de tener conciencia de susmomentos de felicidad (doy fe de que eso pasa ya que yo misma lo viví en carnepropia).  A veces pasa que en la familiahubo pocos momentos felices, o se han sufrido muchos fracasos o simplementepensamos (sin ser concientes de ello) que uno no se merece ser feliz, que sinos abrimos a la felicidad la espantaremos o que después de la dicha llega ladesgracia…

Quizás en vez de reconocer y agradecerpor un momento grato estemos “temiendo” por la desgracia que irremediablemente seguiráa tal acontecimiento de alegría; convirtiendo así, irónicamente, esa alegría en fuente de inquietud oansiedad.

Grande es mi asombro cuando descubro, enla misma revista a las 4 verdades nobles que se encuentran entrelas enseñanzas del budismo, donde describen a Buda centrándose en elsufrimiento o dukkha como una puerta para descubrir la felicidada partir de él pero aclaran que también enseñó que ser conciente o sukhadurante los momentos de felicidad es igualmente liberador.

¡Esa es mi práctica desde hace tiempo!!!....digamos desde que empecé a transitar un nuevo camino.

Te propongo, como lo propusiera Budaentonces, comenzar a practicar la “concientización de los momentos defelicidad”.

Esto no comprende solamente laapreciación de los buenos momentos sino también de los sentimientos y lasemociones que nos surgen de esos momentos…

Si sentimos miedo de disfrutarlo por loque vendrá, si reconocemos el trabajo que hicimos para conseguirlo, si sentimosque lo merecemos, si nos preocupamos por lo que dirán los demás (celos, etc.)y, a mi parecer algo muy importante…si agradecemos ese instante….

Practicar la gratitud también puede seruna forma de empezar a ser concientes de lo bueno que nos toca.

Hay que tener en cuenta que esto es una práctica…igualque si hiciéramos 1 asana que nos resulta muy difícil pero que igualejercitamos por que sabemos de sus beneficios.

Para ello tengamos en cuanta que debemos tenerclaros los distintos niveles de dicha que sentimos:

-         El que surgecuando las condiciones de tu vida son las que deseas.

-         El que surge cuandotu vida no es exactamente como la habías planeado pero igualmente te sientestranquilo y feliz.

-         Aquel queexperimentas independientemente de las condiciones de vida o estadomental.  La felicidad no está centrada enti.

Para entender cada nivel tenemos 3herramientas:

-         concienciacióno concientización de cada momento.

-         investigaciónde cómo surge el bienestar.

-         apreciación (reflexióny reconocimiento de que existe y puede cultivarse)

Con algún tiempo de práctica es esperableque aparezca en 3er. Nivel de felicidad, aquel que se da cuando estascompletamente liberado de deseos y querencias. Aquel que encontramos cuando dejamos de identificarnos con el paradigmade que felicidad depende de que todas las condiciones externas se den tal cuallas planeamos.

El que surge cuando nos liberamos de lanecesidad de aprobación (tanto interna como externa), cuando cambiamos el temoral futuro por confianza en la vida cuando podemos responder con compasión yclaridad, en vez de miedo y confusión y nos ayudará a soportar los momentos de sufrimiento.